[ENTRELUCHAS] ¡El paro se levanta o se queda!: Voces del Catatumbo
«De ahí nuestra insistencia en la unidad de los revolucionarios. Porque sabemos que las etapas que se avecinan serán infinitamente más difíciles que las que hasta ahora nos ha tocado vivir y que si no luchamos todos unidos, corremos serio riesgo que el dolor causado al pueblo sea mucho mayor».
Camilo Torres Restrepo en alocución al Frente Unido (1965).
El Catatumbo es una región colombiana ubicada al noreste del Departamento de Norte de Santander. Toda esta región, que comparte territorio con Venezuela, dispone de una descomunal cantidad de riquezas estratégicas que la posicionan como un territorio apetecible a los intereses transnacionales; agua dulce, oro, carbón, petróleo y uranio constituyen buena parte de las razones que explican la creciente militarización de la región; por cada 10 habitantes hay un soldado en este lugar, y paradójicamente por cada 5000 habitantes hay solamente un médico.
Sin embargo, el territorio cuenta también con otro recurso inexpugnable: la riqueza humana de los y las que pueblan el Catatumbo, que con sus capacidades organizativas, resisten y luchan por salvaguardar la integridad del territorio.
Los pobladores y pobladoras del Catatumbo, junto a las diferentes organizaciones políticas que allí hacen vida: Juntas Unidas Tibú-Sardinata-Zulia, Movimiento Festival del Río, Unión Sindical Obrera Tibú (USO), Juntas Zona Cuatro Gabarra, Colombianas y Colombianos por la Paz, Asociación Latinoamericana de Migrantes, Asociación de la Unidad Campesina del Catatumbo (ASUNCAT), entre otras, se han articulado para formar un tejido social que tiene años levantando sus banderas de lucha y participando en los paros nacionales en contra del paramilitarismo, la agresión militar, y las políticas del gobierno colombiano que entierran en la miseria y exclusión al pueblo campesino.
Los paros nacionales son estrategias políticas de lucha de los movimientos campesinos, campesinas, estudiantiles, de jóvenes y comerciantes que persiguen mayor impacto político y social en las disputas contra el Estado Colombiano que impulsa políticas neoliberales. En las dos décadas recientes, se han suscitado varios y entre los más nombrados podemos resaltar:el Paro Agrario (2013), el Paro del Catatumbo (2013), el Paro Cívico del Chocó (2017), el Paro Cívico de Buenaventura (2017), el Paro Nacional 21 noviembre (2019).
Actualmente en el Catatumbo y el resto del país, los pobladores y pobladoras participan en el Paro Nacional 28 de Abril en contra las propuestas presentadas por el Presidente Iván Duque ante el Congreso de la República. Entre las sobresalientes destacamos las siguientes: la promulgación de una reforma tributaria antipopular, el decreto número 380 (que reanudaría la fumigación con glifosato en los cultivos de hoja de coca), y el decreto número 575 (que permitiría el uso de la fuerza pública en manifestaciones pacíficas, así como la captura y judicialización de las personas involucradas.
Tatuy Tv entrevistó a Pablo Antonio Telles vocero de la Asociación de Unidad Campesina del Catatumbo (ASUNCAT), integrante del Comité de Unidad Catatumbo, y a Javier Navarro, vocero de la Asociación Festival del Río, para conocer cómo se organizaron para participar en el Paro Nacional y que propuestas elevaron a la Mesa de Diálogo con el gobierno que se instaló para dirimir el conflicto.
El pueblo colombiano salió a las calles este 28 de Abril a detener los desmanes que por decreto ha impuesto el presidente Iván Duque, queremos saber ¿Cómo se configuran políticamente las organizaciones sociales del Catatumbo para disputar el cese del paramilitarismo y la anulación de la reforma tributaria, el decreto número 380 y el decreto número 575? ¿Cuánto tiempo les tomó prepararse para ello?
Pablo Telles: “En el año 2007 nació una organización en el Catatumbo: la Asociación Campesina del Catatumbo. Se hicieron cosas muy grandes como el refugio humanitario en la frontera en Caño Tomas. Se instaló en Abril de 2009 y se levantó en agosto de 2010, se hicieron escuelas de formación en todos los campos y allí levantamos esa organización social.
Luego en el año 2019 en el momento de furor del Paro Nacional tomamos la decisión de crear una nueva organización que se llama la Asociación de la Unidad Campesina del Catatumbo (ASUNCAT).
En el año 2020 nos surgió un nuevo obstáculo con la pandemia, y el gobierno aprovechó para paralizar completamente al país. Al parar el país el plan que teníamos nosotros para el 2020 no se pudo desarrollar.
¡En el año 2020 Duque gobernó a Colombia como un verdadero dictador! A punta de decreto; porque ahí no funcionó ni la Cámara, ni el Senado, ni el Congreso ni nadie, era todo a punta de decretos.
Por eso entonces hoy, ya como organización, nos vinculamos con otros procesos como parte del Comité de Unidad del Catatumbo, con mucha fuerza porque muchos de los procesos que hacen vida en el Comité se vincula en el territorio con ASUNCAT.
De allí ya se organizó el pueblo para salir a la primera marcha masiva nacional que fue el 28 de abril. Ese día se toma la decisión ya con todas las orientaciones de la Dirección Nacional de irnos a las vías de hecho”.
Javier Navarro: “En aquellos años (2007), la sensación era que peleábamos por asuntos regionales. Ahora es diferente, ahora tiene connotación nacional y hay sectores que antes no se habían involucrado y hoy están marchando, participando y resistiendo con los campesinos y las campesinas.
Nos dimos la tarea de trabajar por el Comité de la Unidad Catatumbo para fortalecer lo que es el Paro Nacional, para decirle al gobierno que ya basta de tanto asesinato, de tanta persecución y corrupción en contra del pueblo colombiano. Le decimos que nos cansamos de tantas mentiras e injusticias.
El paro inició el 28 de abril y ya han avanzado los días y la población por Departamentos continúo movilizada”.
Después del impulso organizativo de este tejido social en la región, ¿qué propuestas o aportes políticos realizó el Comité de Unidad del Catatumbo a la Mesa de Diálogo que se instaló con el Gobierno Nacional?
Javier Navarro: “Por primera vez existe un pliego de peticiones nacional, hay una exigencia nacional ante el gobierno, prácticamente todos los sectores comparten la indignación frente a temas como la corrupción. Hoy todos los estados exigien el desmonte de las fuerzas de choque del Estado Colombiano, estamos exigiendo la desmilitarización de la frontera y la eliminación de las bases militares extranjeras en suelo colombiano”
Pablo Telles: “Nos quedamos para crear una mesa, pero también a discutir los problemas álgidos, como el decreto 380 que es desconocer el derecho de existencia del campesino, el decreto 575 que es dejarle este país en manos del ejército, en manos de la policía y corremos el riesgo de una conmoción interior con las 11 bases gringas que tenemos en los departamentos de la Guajira, Norte de Santander y el Arauca. Sabemos que estas bases gringas lo que están buscando es una guerra entre Colombia y Venezuela.
El patio de combate serían estos cuatro departamentos de Colombia. Desde luego nosotros tenemos bien claro eso.
Sabemos que aquí, las consecuencias mayores van a ser para la población civil. Por eso, en la mesa tenemos que seguir elevando ese debate para que pueda haber el apoyo nacional e internacional y podamos encontrarnos en grandes foros donde discutamos que: ¡Aquí en Colombia no se necesitan bases gringas!, ¡Aquí en Colombia no se necesita fuerza pública!, ¡Aquí en Colombia lo que se necesita es desarrollo social!”
Este es un mecanismo que depende la voluntad del gobierno! ¡Un paro se levanta o se queda! Allí es la voluntad del gobierno, eso nos permite ver que ha habido momentos de acorralamientos en el que el gobierno ha tenido que ceder a sus pretensiones”.
Después de intensas y continuas jornadas de manifestaciones públicas en ciudades importantes del país, fueron cientos de horas reunidos y reunidas en mesa de diálogo con el gobierno de Iván Duque, sus representantes manifiestan la inconformidad del gobierno de dialogar, acordar el pliego de peticiones que se introdujo el 19 de mayo y en especial dilatan el proceso de negociación.
Por ello, se han levantado los voceros y voceras de esa mesa de negociación, pero siguen exigiendo que el gobierno derogue el decreto número 575, justicia para las y los fallecidos, cese de la violencia policial desmedida y que se cumpla con las demandas sociales expresadas en el pliego de peticiones.
La acción futura de los representantes del Comité Nacional del Paro será la elaboración de proyectos de ley sobre asuntos contenidos en el pliego de emergencia que serán entregados al Congreso el 20 de julio de 2021.
A pesar de la pandemia que padece la humanidad hoy, es plausible ver como la mayoría de los colombianos y colombianas se están movilizando en su territorio con un plan de lucha expresado en un pliego de peticiones nacional que en el fondo niega la doctrina neoliberal que ejecuta el presidente Iván Duque acompañado de su principal mentor el expresidente Álvaro Uribe.
Redacción: Rosiris Berroteran y Carlos Gutiérrez