[CHÁVEZ RADICAL] «La autocrítica no le hace daño a la Revolución»

Las revoluciones nacen en medio de una gran turbulencia social, basada por un lado en la insostenibilidad del sistema en la tarea de preservar su hegemonía, y por el otro en la rebelión de los subordinados, que ya no toleran las injusticias impuestas por el orden dominante. El estallido revolucionario es entonces protagonizado por hombres y mujeres, formados cultural e ideológicamente por el orden precedente, pero que sin embargo han decidido romper con éste, asumiendo la construcción de una nueva sociedad, preñada de una nueva ética y cultura, pero intoxicada aún por los vicios, miserias y antivalores del orden que combaten.

Por ende, las Revoluciones se constituyen como procesos imperfectos, contradictorios e irreverentes, obligados a mirarse al espejo, a someter su estado de salud a permanente examen, a evaluar los avances y retrocesos, los errores y aciertos; necesita acudir recurrentemente al ejercicio de la autocrítica para oxigenarse, revitalizarse, recomponer su tejido, reconstruir lo fallido, formar a su sujeto social, a su base de apoyo, a la clase que emprendió la rebelión, educarlo en la conciencia y la ética propia de un proceso profundo de transformación social.  Una revolución que no se autocritica se momifica, se pervierte y se burocratiza, pero la autocrítica sin propuestas ni rectificación real degenera en un ejercicio infértil, que cultiva frustración y la despoja de su potencia transformadora, condenándola al ostracismo y la satanización por parte de aduladores y reformistas.

El Comandante Chávez era reiterativo y agudo en lo que a autocrítica se refería. La invocaba para perfeccionar el ejercicio de la política, para incorporar al pueblo en la cosa pública, para retomar el camino cuando las desviaciones amenazaban. Encomendaba a los medios de comunicación del estado a asumirla como parte integrante de su política editorial. Así mismo, enfatizaba en la necesidad de plantearla con honestidad, transparencia y lealtad, librarla del «veneno», de intereses ocultos y agendas encubiertas y dañinas.

En este episodio de Chávez Radical, el Comandante aborda el tema con vehemencia y precisión, dibujando los contornos de un atributo vital para la revolución, que viene siendo manoseado y vapuleado por algunos sectores políticos, pero también satanizado y perseguido por otros. En síntesis, el Comandante plantea la autocrítica desde el espíritu martiano, cuando el prócer cubano escribía: «Crítica es el ejercicio del criterio. Destruye los ídolos falsos, pero conserva en todo su fulgor a los dioses verdaderos. Criticar, no es morder, ni tenacear, ni clavar en la áspera picota, no es consagrarse impíamente a escudriñar con miradas avaras en la obra bella los lunares y manchas que la afean; es señalar con noble intento el lunar negro, y desvanecer con mano piadosa la sombra que oscurece la obra bella.»

Intervención del Comandante Presidente Hugo Chávez durante conversatorio con integrantes del Movimiento de Pobladores

Intervención del Comandante Presidente Hugo Chávez durante inspección al desarrollo habitacional Terrazas del Aluminio, en el marco de la Gran Misión Vivienda Venezuela

*Tatuy Tv: Mayra Soto, Joshua Wilson y Juan Lenzo


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