[Economía en Línea] La Ley del cuidado. Un paso hacía el reconocimiento
En Venezuela, millones de personas dedican sus vidas al cuidado de otros, una labor invisible pero fundamental para la sociedad. En 2019, se dedicaron 16.400 millones de horas al trabajo de cuidados no remunerados a nivel mundial, lo que equivale a 2000 millones de personas trabajando ocho horas diarias sin recibir un salario. Este trabajo representa el 9% del Producto Interno Bruto mundial, aproximadamente 11 billones de dólares. Sorprendentemente, el 76.2% de este trabajo lo realizan las mujeres.
Para 2030 se prevé que el número de receptores de cuidados ascenderá a 2300 millones y las horas dedicadas a ellos superarán los 19 mil millones de horas, lo cual elevaría su peso en el PIB a los dos dígitos porcentuales. Si la tendencia continúa, todo este trabajo no remunerado seguirá mayoritariamente bajo la responsabilidad de las mujeres.
El 11 de noviembre de 2021 fue promulgada en la gaceta oficial N° 6.665 la Ley de Sistema de Cuidados para la Vida. Esta ley tiene por objeto el reconocimiento de los cuidados para la vida como actividades indispensables para el desarrollo humano, la creación de valor agregado social y la generación de calidad de vida y bienestar social.
La ley reconoce a las personas cuidadoras como aquellas que desarrollan actividades de cuidado dirigidas a sujetos que, por razones de edad, condición física, mental o psicológica, requieren apoyo o cuidado temporal o permanente.
También ordena la creación del Registro Nacional de Personas Cuidadoras, que servirá como instrumento para la elaboración del Sistema de Cuidados para la Vida. Su fin esencial es desarrollar políticas, programas y planes para la protección, atención y acompañamiento de las personas que cuidan.
En Venezuela, existe un gran número de personas que realizan actividades de cuidado a personas vulnerables. Entre ellas, podemos mencionar más de 17 mil cuidadoras que trabajan en el programa de Casas de Alimentación, decenas de miles que participan en las 28.000 instalaciones educativas beneficiadas por el programa de alimentación escolar.
De igual forma, existen miles de trabajadoras del cuidado que hacen presencia en más de 2300 Bases de Misiones a nivel nacional. A esto hay que sumar a las mujeres que mantienen funcionando y organizados la mayoría de los 45 mil Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP).
Pero no solo se trata de las cuidadoras que participan en los programas sociales del gobierno actual. También debemos mencionar el 54% de los hogares del país cuya jefatura es monomarental, y el cuidado depende absolutamente de una mujer.
El valor del trabajo de cuidado en Venezuela es incalculable. Millones de horas de esfuerzo y dedicación sostienen la vida y el bienestar de millones de personas, y se invisibilizan en las estadísticas económicas. Las mujeres y hombres que cuidan cargan con el peso del trabajo no remunerado, sin reconocimiento ni apoyo adecuado.
A pesar de que el país posee actualmente programas de bonificación para la protección social y cuenta con varios aportes del gobierno a través de Hogares de la Patria, El Bono de Economía Familiar y el Bono 100% Escolaridad, es evidente que aún sigue rezagado con respecto a la realidad.
Entonces, ¿qué debemos exigir? En principio, la creación del Registro Nacional de Personas Cuidadoras, como lo establece el artículo 15 de la mencionada ley. Junto a eso, exigir la generación de políticas públicas para el resguardo y cuidado de las cuidadoras y cuidadores. Solo reconociendo el trabajo de todos podemos hablar del proceso social del trabajo y de su emancipación.
¿Qué más deberíamos hacer?
TatuyTv