[ECOSOCIALISMO] La Eco-Alfabetización Política

No hay dudas que la naturaleza se ha puesto de moda. El cambio climático nos está tocando la puerta y se ha hecho popular hablar de él. Sin embargo, la mayoría de las personas, y particularmente nuestros políticos, se conforman con repetir ideas, conjeturas y circunstancias ambientales muy puntuales. Parecen no entender la gravedad del problema o consideran que de alguna manera, otros lo resolverán algún día y la vida seguirá su camino. Este analfabetismo ecológico resulta, por decir lo menos, alarmante.

Los discursos politiqueros sobre el ambiente se han tornado vacíos, huecos, superficiales y hasta peligrosos, por cuanto, esconden, por ignorancia, por comodidad, por intereses económicos o porque simplemente no les importan lo suficiente, los impactos progresivos que los conflictos ambientales nos están activamente causando.

Lo que está en juego no es algo trivial; estamos hablando de la supervivencia del planeta como lo conocemos y de la especie humana. Esto implica, aunque parezca exagerado, que el cambio climático que estamos confrontando es el principal problema de la humanidad actual.

La razón es muy sencilla, nuestro clima tiene condiciones PLANETARIAS: las corrientes o masas de aires no se detienen en las fronteras, se encuentran en permanente interacción con nuestros mares, océanos, con nuestras socio-bioregiones y con la cubierta vegetal o agrobiodiversidad de los continentes y no se restringe a una región especifica. Se involucra a toda la tierra y afecta directamente al bienestar de la población humana, a la disponibilidad de agua y a la capacidad de producir nuestros alimentos.

La dimensión planetaria del clima, posee una dinámica, que aunque deseemos, no puede revertirse, ni en la relación del espacio-tiempo y menos a escala trans-generacional humana.

Así como hemos entendido que la causa principal del cambio climático es una alteración en la composición de la atmósfera, que actúa aumentando la retención del calor y la temperatura, el agua es el gran vehículo de los impactos de los cambios climáticos.

Estos impactos progresivos, que se vienen manifestando, se observan en los derretimientos de los casquetes polares, en los aumentos de la evaporación del agua superficial y la variabilidad de las lluvias, ciclones y agresivos huracanes que actúan con más intensidad y extensividad. Todos estos factores causan la subida de los niveles de los mares y la inevitable incursión del agua salada, en distintas zonas costeras, en los estuarios y manglares, modificando los hábitats de las especies marinas que allí cohabitan; y por supuesto, ocasionando la perdida de especies marinas y terrestres, y ocasionando daños permanentes a la infraestructura costera y pérdida de territorio a las naciones afectadas.

La sequía y la disponibilidad de agua dulce, es otro problema que estamos confrontando debido al stress económico del agua (Ver Núñez 2017). Por otra parte, comienzan a aparecer irrupciones en los ciclos hidrológicos, particularmente, en las cuencas fluviales dependientes de la fusión estacional de hielo (glaciares o nieve). Lo que ha de mermar el agua dulce, pura y sabrosa a los pueblos y ciudades que se abastecen de ella.

Así mismo, las altas temperaturas y los flujos reducidos de agua, promoverán la proliferación de agentes patógenos, como también la concentración de agrotóxicos (pesticidas), sales, y excesos de sedimento.

La situación, como es obvio suponer, será más grave en los países que ya están padeciendo de stress económico de agua (Núñez 2017) y que carecen de infraestructura para almacenar suficiente agua o para obtenerla del subsuelo y utilizarla para consumo y para la agricultura.

Se viene observando, un complejo balance u equilibrio, que se da entre la fertilización que induce el CO2 y el stress hídrico, que la plantas están evidenciando. Tales condiciones, aunadas al déficit de agua, inciden en ocasionar cambios en los procesos de floración y maduración en varios cultivos permanentes como mango, guanábana, guayaba, aguacate, cítricos, café, entre otros.

Se presagia que en las regiones tropicales, las altas temperaturas impactarán los rendimientos de los cultivos, que mermarán significativamente. El impacto en las regiones de latitudes altas y medias podría beneficiar el rendimiento de algunas cosechas y pastos, pero podría afectar la producción de frutos típicos de climas templados.

Los modelos matemáticos prospectivos presagian que cuando mayor sea la intensidad del cambio climático en una región, mayor será la disparidad de rendimientos, entre los países con más capacidad de producir alimentos y los que no puedan hacerlo. Todo pareciera conducir a una polarización en la capacidad alimentaria. Los países más pobres sufrirán un sustancial incremento del riesgo a no producir alimentos y a pasar hambre.

Hace más de 30 años, centenares de activistas, investigadores y miembros de otras tantas disciplinas, vislumbrando este panorama, comenzaron a preocuparse por las contradicciones existentes en la producción de alimentos; en los precios de la comida; y en como se evalúa nuestra salud; el uso de la energía (principalmente los combustibles fósiles); la precaria disponibilidad del agua; los aumentos de las temperaturas promedio; y los desastres naturales. Temas que siguen emergiendo y que para su entendimiento y acción, deben valorarse en su interrelación e inter-dependencia.

De allí, la originalidad del Físico Teorico Frijod Capra, en popularizar “la eco-alfabetización”, es decir, el entendimiento de los principios que rigen a las comunidades ecológicas (ecosistemas) y usar estos principios para crear comunidades humanas sustentables (Capra 1997).

El mensaje y las experiencias comunitarias de Capra nos presentan resutados y logros importantes. Sin embargo, para comprender plenamente las interrelaciones de los temas, es necesaria una forma nueva y ecológica de entender la vida (pasar por una «eco-alfabetización), así como un pensamiento «sistémico» (pensamiento en función de las relaciones, los patrones y el contexto). Lo que todavía, nuestros políticos lamentablemente no han podido hacer y pareciera que no les interesa.

La eco-alfabetización estamos seguros, ayudará a los políticos de izquierda y derecha a superar el discurso dogmático, la repetición caduca y tradicional del economicismo rentista y el productivismo destructivo. También, colaborará en vencer, los tantos obstáculos e influencias de la ideología burguesa del progreso, identificada por “salvar el empleo”, por la expansión, el crecimiento ilimitado, y producir más, más y más, para multiplicar las ganancias.

Así mismo, la eco-alfabetización ayudará a los políticos a sensibilizarse, para que entiendan que los problemas socio-ambientales que estamos confrontando, no tienen vuelta atrás. Debemos convencer a nuestras sociedades que es PRIORITARIO, frenar, o al menos mitigar nuestro impacto ambiental, y adaptarnos a las nuevas realidades socio-ambientales. No disponemos de mucho tiempo, cudidado si no más de una década, para recuperar la anhelada paz ambiental que la humanidad nos reclama.

Sin ambiente equilibrado, no puede haber paz y sin esta última, no podremos saber ni comprender el necesario e indispensable, cuido, que nuestros ecosistemas requieren, para los compromisos trans-generacionales que debemos asumir.

Referencias Bibliográficas

Capra, F(2008) Uniendo los puntos entre alimentación, salud y medio ambiente. En línea: http://www.movimientotransicion.pbworks.com/f/ecoalfabetización.doc.

Nuñez, M.A.(2017) El “stress” de agua y la economía venezolana. En línea: https://tatuytv.org/index.php/analisis/3730

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