[ENTRELUCHAS] El salario, una lucha digna y permanente.

Uno de los elementos con mayor afectación en el último quinquenio en Venezuela ha sido el sueldo de los trabajadores y las trabajadoras, que según las disposiciones generales en el Capítulo I del Título III, Sobre La Justa Distribución De La Riqueza Y Las Condiciones De Trabajo, dispuesto en el artículo 96 del Decreto Con Rango, Valor Y Fuerza De Ley Orgánica Del Trabajo. Establece: “La riqueza es un producto social, generado principalmente por los trabajadores y trabajadoras en el proceso social de trabajo. Su justa distribución debe garantizar una vida digna junto a su familia, cubriendo las necesidades materiales, sociales e intelectuales”. Esta última disposición, además, se enmarca en lo previsto en el artículo 91 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, promovida y defendida por el presidente Chávez, que instituye la obligatoriedad por parte del Estado venezolano de garantizar un ingreso justo para todos los trabajadores y trabajadoras que les permitan satisfacer con dignidad sus necesidades materiales.

El proceso Bolivariano siempre se ha caracterizado por su interés en la satisfacción y realización de la meta de otorgarle garantías económicas plenas a la clase trabajadora, pudiendo rastrearse esta intención en los propios inicios doctrinales del movimiento. Cabe recordar acá lo escrito por el comandante Hugo Chávez, en la Agenda Alternativa Bolivariana con respecto a los equilibrios macroeconómicos y macrosociales: “Las políticas macroeconómicas se subordinan a las políticas macrosociales, siendo consecuencias de estas, no causas”. Más adelante en el mismo texto refiriéndose a las prácticas económicas neoliberales advertía: “Mientras los planes neoliberales se fundamentan en aquella máxima inhumana de que “la mejor política social es una buena política económica la Agenda Alternativa Bolivariana (ABB) parte del principio de que la mejor política social es la que satisface la necesidades de la población “.

Políticas dentro del Gobierno de Hugo Chávez

Por eso durante su mandato primó los equilibrios macrosociales sobre los macroeconómicos. Esto permitió tener una economía con permanente crecimiento del producto interno bruto por un orden del 7 % anual según datos del propio BCV. Esto a su vez apalancó el aparato productivo, en el consumo y en la capacidad de compra del trabajador o trabajadora, fomentando la consolidación de un mercado interno próspero, llevando el sueldo mínimo a más de 400 $ al cambio oficial, según el Decreto número 8.920, siendo este último uno de los más altos de América Latina.

Estas políticas lograron transformar el modelo de acumulación de la economía venezolana. La mencionada política estuvo sustentada, primero, en una mayor participación fiscal de PDVSA, y al mismo tiempo en una nueva política de tributos en torno a la deuda externa; aunque algunos aseguran, que esto se logró gracias a la opulencia petrolera. Es necesario recordar que para el año 2005, año en que el barril de petróleo supera los 50 $, todas las garantías salariales fueron alcanzadas y encaminadas, hacia el fortalecimiento del salario mínimo. También el flagelo de la inflación logró mantenerse a raya a pesar de la abundancia en términos de sueldos. En este aspecto es interesante revisar los trabajos del sociólogo venezolano Luis Salas Rodríguez, especialmente los incluidos en su libro “Escritos desde la Guerra Económica “; Salas, señala acá el enorme éxito que tuvieron las políticas en ese período en la contención de la inflación, logrando mantenerse en un promedio de 20,7% en los 13 años del gobierno de Chávez, dejando atrás el 47,8% sostenido durante los gobiernos de Carlos Andrés Pérez y Rafael Caldera.

Situación actual del salario venezolano

Actualmente Venezuela atraviesa una de las etapas más convulsionadas en su historia republicana. Uno de los aspectos donde se observa con mayor claridad esta convulsión es en el terreno económico; las sanciones económicas unilaterales o guerra económica, que ha sostenido el gobierno de los Estados Unidos contra la nación, sumado a las deficientes estrategias desarrolladas por el actual gobierno venezolano para afrontar dichas sanciones, han generado severas penurias al pueblo de Venezuela y específicamente a la clase trabajadora, siendo la principal fuerza sacrificada.

Según el Observatorio de Conflictividad Laboral y Gestión Sindical, del Instituto de Altos Estudios Sindicales (INAESIN), para noviembre del año 2019, más de 85% de los conflictos laborales registrados estuvieron referidos a mejoras salariales. Y la apabullante mayoría de los mismos estuvieron dirigidos desde el sector público con un 91%. Para noviembre del año 2020, el sueldo integral mínimo se encontraba en 2.400.000 Bolívares Soberanos; lo cual incluye sueldo mínimo y bono alimenticio, que según el cambio oficial para el 22 de febrero, equivale a menos de 1,5$. En tal sentido, es comprensible el incremento de las protestas y severas molestias por el tema del salario.

¿Todo por las sanciones imperiales?

Se debe reconocer el impacto de la sanciones en nuestra economía y por ende en los salarios de los trabajadores, como menciona Pasqualina Curcio en su reciente artículo “Repercusiones negativas de las sanciones”: “Como consecuencia del bloqueo a PDVSA y del ataque al bolívar, los venezolanos hemos dejado de producir alrededor de US$ 170.000 millones solo entre 2016 y 2019.”; sin embargo, tanto el sociólogo Luis Salas como la economista Pasqualina Curcio, sostienen que las sanciones extranjeras han sido agravadas, en el caso específico del salario, por una ineficiente y carente política de control de precios y protección del bolívar. Curcio, en otro artículo, hablando de la política monetaria del BCV resalta lo siguiente: “el salario real ha caído 99% entre 2013 y 2020, impactando en una caída de 50% del consumo de los hogares, 30% del gasto del gobierno y 88% de la inversión (estas caídas son entre 2013 y 2017, no tenemos los datos desde el 2018 pero no debieron haber mejorado).”

El presidente Nicolás Maduro en su entrega de memoria y cuenta a la Asamblea Nacional el 12 de enero del presente año admitió que una de las principales tareas por resolver para la nueva Asamblea, es justamente la mejora de los salarios de las y los trabajadores, que en nada se ajustan a la realidad económica. Lo mencionó entre los desafíos de la nueva etapa del proceso bolivariano. También reconoció que el esfuerzo general como país debe apuntar a un solo fin “la recuperación de la economía para todos y para todas; en la recuperación del salario y del ingreso familiar, en la reconstrucción del estado de bienestar y en la profundización de este modelo social inclusivo bajo el impulso del Plan de la Patria, y del legado de nuestro comandante Hugo Chávez”, advirtió además que es allí donde se encuentra la posibilidad real de la recuperación económica , en la concreción de un salario digno.

Mejoras salariales

En lo concreto la mejora del salario aún está por concretarse, en este sentido la Ley Orgánica del Trabajo soporta en su artículo 111, correspondiente a la Condición De Aumento Salarial, lo siguiente: “el Ejecutivo Nacional podrá decretar los aumentos de salario y medidas que estime necesarias, para proteger el poder adquisitivo de los trabajadores y las trabajadoras. A tal fin realizará amplias consultas y conocerá las opiniones de las distintas organizaciones sociales e instituciones en materia socioeconómica.”

Como se deja claro, la lucha por un salario digno es más que una lucha, es la condición esencial para sostener un modelo de país, una condición para la re construcción o profundización de una auténtica Revolución, con premisas democráticas en lo económico y en lo social. Como el propio Chávez buscaba garantizarlo al firmar el decreto que le daba rango de Ley a la LOTT, aquel 30 de abril del 2012: “Ninguna conquista de los trabajadores y trabajadoras ha ocurrido sin que haya habido un largo proceso de resistencia, de lucha, de sufrimientos, incluso”.

El mejor tributo al hombre que fue Hugo Chávez, es redimir su legado en nuestros actos: seamos todas y todos Chávez, y sigamos luchando por el bienestar del pueblo y un salario justo.

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