[OPINIÓN] La anti-negritud asesinó a George Floyd

La ocupación colonial y la relación incómoda con la negritud fue un elemento determinante en la organización política territorial de los Estados Nación. Establecer el lugar de lo negro instaló incluso un apartheid en la conciencia de los pueblos. 

La anti-negritud, el anti-islam y el anti-indigenismo son formas de racismo colonial que viven a diario las poblaciones racializadas en el mundo entero. Desde la conformación de movimientos extremistas genocidas, hasta prácticas cotidianas presentes en nuestras narrativas, se promueve la normalización y legitimación de estas violencias.

A modo de collage se presentarán en este trabajo de tejido transfronterizo las impresiones de cuatro entrevistadas que en los últimos días han acompañado los acontecimientos desencadenados en Minnesota a partir del asesinato de George Floyd a manos de la policía de los Estados Unidos de Norteamérica.

Marielys Fuentes, activista venezolana afrolesbofeminista; Miguel Antonio Guevara, escritor venezolano y estudioso de Globalistán y sus distopías; Angela Camacho, feminista interseccional Boliviana e impulsora de Mujeres de Mi Abya Yala; y Cira Pascual, activista catalana y estudiosa del marxismo y las revoluciones del mundo, se encuentran en estas líneas para ofrecer un panorama construido bajo una óptica decolonial.

[OPINIÓN] La anti-negritud asesinó a George Floyd
De arriba a la izquierda, en el sentido del reloj: Marielys Fuentes, Angela Camacho, Cira Pascual y Miguel Antonio Guevara

¿Por qué arden las calles?

“La razón por la cual edificios se están quemando no es sólo por nuestro hermano George Floyd. Se están quemando en llamas porque la gente aquí en Minnesota le está diciendo a la gente de Nueva York, a la gente de California, a la gente de Memphis, a la gente de toda la nación ¡Ya basta!”
(Activista afroestadounidense) 

Marielys Fuentes 

Lo que pasa hoy en Estados Unidos es el detonante de una furia acumulada de más de 500 años de opresión, esclavitud y saqueo perpetrado por la hegemonía blanca, por la hegemonía de clase, por la hegemonía patriarcal. 

Estados Unidos ha mantenido una política supremacista blanca, segregando y relegando la población negra a espacios de extrema vulnerabilidad, de extrema pobreza. Los guetos más pobres, ocupados por la población negra, son los espacios de vida con mayor falta de servicios, con escolaridad precaria. Todo esto es sistemático, estructural e intencional.

El racismo en los EEUU es histórico y el levantamiento que vemos hoy es resultado de ese estar relegado, de estar expuesto a la muerte. Ser negro en Norteamérica significa morir joven y vivir en las peores condiciones, significa que la vida no vale nada.

Después del asesinato de Georg Floyd que vimos por las redes sociales, donde por más de 6 minutos estuvo implorando I can’t breathe (no puedo respirar) con la rodilla al cuello de un policía con un rostro que parecía estar disfrutando. Algunas vocerías blancas vienen señalando la protesta de la juventud negra como vandálica, antisocial, insistiendo en que esas no son maneras de luchar. Pero entonces, recordando a Ángela Davis, ¿de qué manera se debe luchar cuando el Estado de manera sistemática nos asesina, nos vulnera, nos viola, nos masacra?

Ángela Camacho 

La situación actual es responsabilidad del racismo y la supremacía blanca institucionalizada en los Estados Unidos. No es la primera persona que matan, están asesinando de a miles y no sólo los policías, es un sistema creado para asesinar cuerpos negros.

¿Cómo nos relacionamos con la negritud, que sensaciones se despiertan en nuestro cuerpo? La incómoda relación de los Estados Nación con la negritud existe y es racismo colonial.

Racismo sistemático disfrazado 

“No somos responsables por la enfermedad mental que se ha infligido a nuestro pueblo por las instituciones del gobierno estadounidense y los que están en puestos de poder. Así que si no están saliendo a defender al pueblo, no nos desafíen.«
(Activista afroestadounidense) 

Marielys Fuentes

Son cientos, miles de jóvenes negros que regularmente son masacrados por el exceso de fuerza, por la violencia, por el sadismo policial inoculado desde hace años. Estamos hablando de una sociedad muy enferma donde hasta hace poco sectas como el Ku Kux Klan perseguían y masacraban a jóvenes negros simplemente por el hecho de ser negros. 

Estamos hablando de una sociedad que tiene como herencia el haber exterminado prácticamente a la mayoría de la población indígena, la cual vivió un proceso de ocupación y genocidio inclemente hasta prácticamente se desaparecida.

Hace dos años conocí a dos compañeras afroamericanas, una de ellas partera en Nueva York, me contó sobre la dura situación de las mujeres negras en los Estados Unidos, especialmente las que habitan en comunidades como el Bronx. Éstas al ingresar a la sala de obstetricia, no son atendidas y en muchos casos le son practicados fórceps o mala praxis médica con la intención expresa de provocar la muerte del bebé.

Algunos médicos y médicas pueden llegar a ser más explícitos y les dicen a estas mujeres durante el trabajo de parto que sus hijos no pueden nacer, que deben morir porque son negros. A este tipo de violencias se ven expuestas las mujeres negras en Estados Unidos.

Cira Pascual 

Hoy día sabemos que el asesinato a manos de la policía es una de las causas de muerte más común entre los jóvenes negros de los  Estados Unidos. Aproximadamente dos mil (2.000) personas, en las que se encuentran hombres negros y mujeres negras, fueron asesinadas entre el año 2013 y el 2019. Son más de trescientos (300) asesinatos por año, eso es un holocausto silente.

A partir del año 1992 se da un fenómeno interesante, con una nueva herramienta de lucha contra el sistema en manos de la gente. En este año Rodney King, un hombre negro, recibió una paliza por policías, algo común durante todo el siglo XX en los Estados Unidos. 

Lo extraordinario en esta situación es que la paliza fue grabada y cuando los policías que estaban siendo acusados fueron declarados inocentes, se desató una gran insurrección en los Ángeles que fue acompañada por manifestaciones en otras ciudades. 

Responsabilidades

“No nos hablen de los saqueos, ustedes son los que han saqueado. EEUU ha saqueado a los negros. EEUU saqueó a los pueblos indígenas cuando llegaron aquí por primera vez. Así que saquear es lo que hacen ustedes, lo aprendimos de ustedes, aprendimos la violencia de ustedes. Así que si ustedes quieren que hagamos lo correcto, pues carajo hagan ustedes lo correcto”
(Activista afroestadounidense) 

Marielys Fuentes

El rostro visible de la miseria del poder estadounidense en este momento es Donald Trump. Él ha encarnado todo el odio social y segregacionista que siempre ha existido y que algunas veces se ha mantenido bajo cuerda, pero que sabemos es resultado de la política estatal de siempre de Washington.

Trump se ha encargado de mostrar sin tapujos un discurso que da carta blanca a los grupos supremacistas, los cuales se han sentido más apoyados y aupados. Pero no ha sido sólo éste presidente. Hace poco cuando Obama estaba en la Casa Blanca, aún siendo negro,  igual había asesinatos, persecución, estigmatización y criminalización de la población negra.

Miguel Antonio Guevara

Estados Unidos desde su formación como Estado Nación se construyó sobre la eliminación precisamente de los sujetos no blancos. En este país es que nace la esclavitud llevada a  nivel industrial, con Henry Ford al basar su modelo de producción para fabricar carros a gran escala copiandose del modelo esclavista de las plantaciones. La segregación racial es base fundante de la nación estadounidense.

Cira Pascual 

Un elemento que evidencia el carácter estructural de la violencia policial y racista en los Estados Unidos lo podemos mirar con el siguiente ejemplo: dos semanas antes del asesinato de George Floyd vimos una rebelión neofascista de gente blanca armada que tomó algunas instituciones en rechazo a la cuarentena. Esas manifestaciones se reprimieron en absoluto. La actuación de la policía ante estos supremacistas blancos fue extremadamente pacífica. Distinta fue la respuesta de los cuerpos de seguridad en los levantamientos que iniciaron en Minneapolis a partir del asesinato de George Floy y que luego se extendieron a otros Estados, en donde se hizo uso excesivo del gas lacrimógeno y balas de goma.

Demandas y horizontes de lucha 

 “Hay una manera de parar esto, imputar a todos los policías, no sólo algunos aquí en Minneapolis, impútenlos en todos los Estados Unidos de Norteamérica donde están asesinando a nuestro pueblo. Hagan lo que supuestamente representa este país “La Tierra de la Libertad para Todos”. No lo ha sido para los negros y estamos cansados”.
(Activista afroestadounidense) 

Miguel Antonio Guevara 

Hay que tener en cuenta que el estallido social que sucede en Estados Unidos es algo que constantemente ocurre, pero que no se muestra. Es un país formado por muchas subjetividades políticas  como los “white trash”, la población afro, la hispanoamericana, los veteranos de guerra entre otros, todas estas subjetividades son como un polvorín. 

La reacción de la gente ha sido un acumulado y eso es bastante obvio, pero lo que viene a demostrar esta movilización es la declinación de la hegemonía estadounidense al evidenciar su poca capacidad de control, su falta de liderazgo.

Ángela Camacho

No nos sentimos alejados de lo que está pasando en Estados Unidos porque la anti-negritud que hay en Latinoamérica es tan grande y fuerte como la que existe en EEUU. La tenemos tan internalizada, que no aceptamos su existencia en nuestros territorios.

Cuando decimos latinos excluimos a nuestros hermanes indígenas y a nuestros hermanes negres, porque cuando hablamos de latinidad recurrimos a estereotipos. Por lo tanto la “latinidad” como marca unificadora nos aleja de todo contexto en el que pueda reconocerse la diversidad que tiene la continenta. 

Existe mucha hipocresía, en Latinoamérica también existen asesinatos de gatillo fácil y una serie de atropellos contra la gente negra. Entonces también debemos cuestionar nuestras narrativas. Debemos tener en cuenta que Latinoamérica es un continente negro y que existe la comunidad negra, es importante empezar a hablar de esto.

Cira Pascual 

En el 2013 nació el movimiento Black Lives Matter (las vidas negras importan), un movimiento de masas multiracial, aunque sobre todo negro, que organiza a las familias de los hombres y las mujeres asesinadas por la policía. Pero en general se organizan  también en contra del racismo.

Black Lives Matter es un movimiento interesante, conformado por sectores radicales influidos por el movimiento de las Panteras Negras de los años ´60 y ´70. Sin embargo al ser un movimiento de masa cuenta con una participación de activistas profundamente pacíficos, y en esta diversidad de fuerzas lograron hacer de esta unión un movimiento combativo.

A pesar de lo doloroso del desencadenante, la insurrección popular movilizada por el asesinato de George Floyd en el 2020 es de alguna manera una esperanza para los pueblos que luchan por su emancipación, desde los negros y las negras en los Estados Unidos hasta todos los pueblos del sur.

Entonces en ese sentido la convocatoria es a solidarizarse y en la medida de lo posible apoyar las insurrecciones populares que se dan en todos los lugares del mundo y concretamente ésta que es bien interesante porque se está dando a lo interno de EEUU. No es la primera y no será la última. Lo importante a destacar es que con cada insurrección crece el movimiento, crece la fuerza orgánica y crece el potencial de eventualmente derrocar un sistema que es injusto para los pobres y las pobres de este país y por supuesto para todos y todas las que sufrimos cotidianamente las agresiones y el despotismo del imperialismo norteamericano. 

Marielys Fuentes

Sin ir muy lejos, el grito I can’t breathe (no puedo respirar) de George Floyd hace eco en el racismo profundo presente en Latinoamérica. En países como Colombia el ser campesino negro, campesina negra, es una sentencia a vivir en las peores condiciones, a tener menores oportunidades y ser sometido a la violencia, a la muerte.

La situación de la mayoría de las mujeres negras en América Latina se monta en esta realidad, pues son las mujeres que acceden a trabajos más precarizados, tercerizados, informales, sin seguridad social, sin seguro médico, con escasas oportunidades de escolarización, en líneas generales sin acceso al bienestar social.

En el caso venezolano, aún cuando suele decirse que no hay racismo, señalando que en estas tierras los negros somos felices, podemos afirmar que es completamente falso. Como mujer negra que vive en las periferias, a diario vivo el racismo, la discriminación y la segregación.

En Venezuela contamos con una ley contra la discriminación racial y una serie de instituciones abocadas al tema. Aún así, en este país existe un profundo racismo. Si miramos nuestra historia más reciente, nos podemos encontrar con una Argelia Laya. A pesar de todo su aporte y de su dirigencia, de sus estudios, murió pobre y mientras vivió lo hizo en condiciones muy precarias.

El grito I can’t breathe debemos asumirlo todos los pueblos del mundo, sobre todo aquellos y aquellas que somos los más negros, las más negras, los más pobres, las más pobres, las disidencias sexuales, los cuerpos de la periferia, los cuerpos sobre los cuales no sólo pesa la rodilla de poder, sino el puño del poder y que durante siglos nos viene orpimiendo y sacándonos el aire.

Es momento de tejer en colectivo una fuerza que dé respuesta a estos sistemas de opresión. George Floyd somos muchos, muchas, y estamos arreches.

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