[OPINIÓN] Unidad desde el Chavismo

*Por: Daniel García

Las democracias son eso, conceptos diversos que deben alejarse del dogma. Hay democracias burguesas y hay democracias populares.  No estamos ni en los inicios de la época griega, ni en el coliseo romano. El mundo de hoy no es ni la sombra del que se pudo hace siglos. Los diferentes estadios por los cuales transcurrió la humanidad, tuvieron su propio concepto de democracia. Todos, salvo la comunidad primitiva, tuvieron su conceptualización de Estado, Democracia, pueblo.

La división social en clases alejó irreconciliablemente las posturas. A ello se sumó, la interpretación del mundo entre el idealismo filosófico; entre las fuentes del idealismo y el materialismo dialectico y su estudio ya expuesto por Lenin en su obra: Materialismo y Empiriocriticismo, expresadas en síntesis en una afirmación marxista básica, pero fundamental: “Las cosas existen objetivamente, independientemente de nuestra conciencia…” y ciertamente es así, el mundo externo, sus leyes, su composición, la naturaleza, existen, sea nuestra voluntad o no. Es materia, existen, independientemente de nosotros. La concepción materialista del mundo.

La izquierda tiene muchos desafíos por delante. Uno de ellos es el tema del PODER, que muchas veces se desdibuja en teoricismos relacionados a dogmas y enfoques asumidos algunos de manera “irreconciliables”, haciendo de la táctica la contradicción principal, obviando el elemento estratégico de la más amplia UNIDAD, en un solo bloque de la izquierda, con miras a resolver la contradicción fundamental, que no es otra que la que enfrenta a la clase trabajadora con la gran burguesía; nótese que apelo al término de “gran burguesía”, entendida esta como el conjunto de oligopolios, el capital financiero y  los capitales llamados golondrina.

Se observa, por tanto, una diferencia sustancial entre estos sectores y aquellos que pertenecen a la pequeña y mediana burguesía no asociada al imperialismo en condición de dependencia. Se trata de construir entre ellos y el pueblo todo, de consolidar un proyecto unificador, realmente alternativo al modelo neoliberal y que, ciertamente en el camino puede haber y habrá avances, retrocesos, incluso estancamiento en el desarrollo de los procesos históricos; más, sin embargo, debe haber claridad en el objetivo superior: Mantener el PODER político y avanzar hacia la construcción del socialismo. Chávez hablaba mucho del Socialismo ético, ahí también un punto demasiado importante. Hacer y predicar desde el gobierno con el ejemplo.

Nada surge de la nada, todo es casual. Es de hecho, una máxima del materialismo y de la ciencia marxista, con la cual se debe analizar la actual coyuntura, en la concepción materialista de la historia. El chavismo se ha convertido en un referente político e ideológico, continental y mundial contra la dominación imperialista; el desarrollo entonces de una democracia popular, participativa y protagónica que implica la construcción del nuevo Estado democrático, social, de derecho y de justicia que establece la Constitución Bolivariana. Una construcción de la nueva política que pasa inexorablemente por la concreción, en lo educativo-cultural, del hombre nuevo; es sin duda aún, una deuda que debemos retomar una vez se superen las heridas de la guerra económica contra nuestro pueblo.

Ya lo advirtió el gran estratega soviético Lenin: Salvo el PODER, todo es ilusión…

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