[CHAVISMO AHORA] De la recuperación de PDVSA hace 20 años a los retos presentes

Hace 20 años el Comandante Chávez nos invitaba a luchar para recuperar la principal industria del país, convocándonos como pueblo a la liberación y apropiación social del bien nacional que generaba el mayor ingreso al país, y que por primera vez fuimos descubriendo lo que ocultaba esa llamada “caja negra” que había servido durante casi 100 años al gran capital transnacional y nacional, en detrimento de los intereses del pueblo venezolano.

En esta ocasión, a diferencia del intenso triunfo popular de abril, se luchaba día a día, durante semanas, con grandes aprendizajes y también consecuencias nefastas para el país, con un peso mayor sobre lxs más pobres. Significó un esfuerzo tremendo para trabajadores y trabajadoras de PDVSA, del gobierno y Estado en pleno, pero también, y allí la clave de la Revolución Bolivariana, de la resistencia de un pueblo.

Luchar con el pueblo como protagonista

La agitación, la movilización, el debate nacional, a toda escala, nivel y lugar, fue agregando elementos que se fueron conociendo sobre los proyectos, los manejos y las claras orientaciones del “negocio petrolero” en función de los intereses de las transnacionales, insurgiendo así un conjunto de reflexiones con una clara postura de defensa de la soberanía, así como también, de la clase popular.

Así iniciaba el último mes del convulsionado 2002, con un “paro” que desde el inicio tenía como objetivo el sabotaje petrolero para poner contra la pared al gobierno bolivariano y así tratar de lograr lo que no hicieron en abril: salir de Chávez, y por ende de la ya manifiesta política de profundización de la revolución.

Si en el golpe de abril, entre las exigencias de la oposición, estaba suprimir todas las leyes habilitantes aprobadas por el ejecutivo en 2001, en diciembre los mismos actores, realizaban una ofensiva para tratar de impedir la firme decisión del gobierno de implementar una de ellas, la Ley Orgánica de Hidrocarburos, central para resetear las relaciones de poder y negocio alrededor del petróleo venezolano.

Ante esta nueva encrucijada, el Comandante Chávez, la dirección de la revolución, y sobre todo el pueblo, mantuvo la defensa de lo estratégico, de los principios levantados como bandera. Una vez más los riesgos eran enormes, pero el compromiso firme con las mayorías populares era lo privilegiado. Y una vez más, vencimos.

Sostener con firmeza lo que era justo, y establecer un plan público claro, permitió levantar una industria que había quedado en una difícil situación, lo que generó demandas y ataques por parte de un grupo de transnacionales petroleras, pero también aceptación de las nuevas condiciones favorables a la nación, por parte de las empresas que se mantuvieron en el país y las que posteriormente se incorporaron. Gracias a la política impulsada por la revolución, se recuperaron, tanto la capacidad de producción, como los precios[i], así como la instauración de un régimen fiscal petrolero coherente con los intereses de la nación

El silencio ha tenido que ser

Es evidente que existen diferencias con lo vivido hace 20 años y lo que enfrentamos ahora, y para tener un mejor contexto sin duda es importante hacer un balance crítico de lo que nos trajo hasta aquí, asumiendo lo que significaría para cualquier empresa del mundo estar bajo el ataque de medidas coercitivas impuestas por el imperio que limitan al extremo su operatividad, sumando errores propios, que seguro deberán ser considerados.

Hemos escuchado que, como consecuencia de los ataques al país y para poder sostener las operaciones actuales de PDVSA, “el silencio ha tenido que ser”, recordando la conocida frase de José Martí; por ello la Ley Antibloqueo plantea el silencio ante el país cuando lo consideren necesario en el gobierno, para lograr acuerdos comerciales con terceros, ante el riesgo de sanciones.

Más allá de estar de acuerdo o no con el argumento esgrimido, toca decir que el mismo no tiene sentido con el acuerdo firmado recientemente por el gobierno con Chevron, allí no toca proteger ningún tipo de información al imperio, ya que con él se acordó el contrato. Por ello es necesario que se explique al país, de forma detallada, lo acordado con la transnacional en el marco de las licencias dadas por el gobierno estadounidense para “flexibilizar” las ilegales medidas coercitivas.

Transparencia ante lo acordado

Ante los diversos análisis que hemos visto estos días sobre los alcances de las licencias dadas a Chevron, con frecuencia contradictorios, el gobierno debe hacer un ejercicio de transparencia con lo firmado, para que el país tengo claro lo que significará en términos concretos, para así poder evaluar su coherencia con nuestra Constitución Bolivariana y la Ley de Hidrocarburos.

Por su aplicación y defensa, combatimos junto a Chávez, sufrimos los ataques, pero también triunfamos en una larga e intensa batalla hace 20 años, lo que nos permitió desarrollar las políticas de soberanía petrolera que permitieron profundizar la revolución a favor del pueblo[ii].

Recordamos con orgullo los esfuerzos que se hicieron, en el marco del sabotaje petrolero, de multiplicar la información necesaria para comprender como funcionaba PDVSA, cuáles eran los intereses en juego al impulsar una política soberana. Así se organizaron cientos, miles de foros, conversatorios, encuentros en todo el país, uno de los materiales principales era una presentación que se llamaba “PDVSA por Dentro”, y denunciaba que la empresa era una caja negra que debía ser destapada.

Hoy toca dejar el silencio atrás, y hablar claramente qué se hace con el petróleo, con la soberanía y el proyecto político que construimos con el Comandante Chávez.


[i] El mito de Chávez y el petróleo a 100. Luis Salas Rodríguez. 06/15/2016. Question Digital. Ver: https://questiondigital.com/el-mito-de-chavez-y-el-petroleo-a-100/

[ii] [CHÁVEZ AHORA] Chávez y la soberanía petrolera. Gerardo Rojas. 02/06/2022. TatuyTv. Ver: https://tatuytv.org/chavez-ahora-chavez-y-la-soberania-petrolera/

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