[OPINIÓN] Le tenemos asco al FMI, a su plata y a sus intenciones neocoloniales

Carlos Rivas – Aporrea

El debate desatado en las últimas horas es un debate importante para el país, para la revolución, es apasionante y candente. Nos parece maravilloso que esta puerta esté abierta, para de esta forma dar cuenta de la posibilidad real de construir nuevos modelos societales.

Hemos leído atentamente las diversas ideas respecto al préstamo solicitado al FMI de parte del gobierno de Venezuela, y en principio, hay que reconocer que no siempre en política 2+2 es igual a cuatro, que en política siempre se deben tomar en cuenta no solo el camino trazado, sino las brechas existentes para llegar al objetivo, si es que le damos preponderancia al objetivo y no al proceso. Llegar al llegadero a cuenta de lo que sea, de artimañas y artilugios estratégicos que nos invitan a ceder sobre algunos principios, hay que mirarlo con sumo cuidado. hay un hilo muy fino, que cuando se rompe estamos en el plano del gatopardismo, que por lo general, ya en ese plano, no podemos sino ver derrumbarse la esperanza revolucionaria.

El gobierno encuentra, en la situación global actual, una oportunidad para lanzarse en esta aventura de pedirle al enemigo histórico un préstamo lapidario para el futuro de la patria. Hace un año, con la crisis energética que afectó y afecta actualmente el sistema eléctrico, ni por el carrizo se planteó esta posibilidad, pues no había ningún horizonte «estratégico» del cual podríamos sacar algún beneficio político en el contexto geopolítico global. Aunque creo que la cosa es más simple, hay conciencia de que ante una situación de emergencia médica el Estado venezolano en la actualidad no cuenta con los recursos suficientes para sortear cualquier dificultad de este tipo.

Miremos lo siguiente, entendiendo que en política no todo es en blanco y negro. Sin embargo, esta visión «ultra estratégica» no puede ser la escusa para la renuncia de algunos principios fundamentales. No olvidemos que estamos jugando con los artífices del sistema, fueron ellos los que crearon el juego, ellos también crearon las trampas.

Miren estas perlitas, que están andando en el sentimiento chavista, y en aquello que se llama la teoría del juego.

1. Venimos del caracazo, 1989 fue una revuelta popular ante las políticas Neoliberales, las cuales junto con el FMI generaron un clima de abandono del pueblo.

2. Chávez fue lo que fue, porque cuestionó en profundidad toda la política financiera del FMI y sus instrumentos para la dependencia.

3. En el juego hay un rival, que creó el juego y la trampa, y está siempre pensando. Incluso no duerme, haciendo esfuerzos para desaparecer el proyecto bolivariano.

4. Estamos jugando en su tablero, o mejor dicho queremos entrar a una fiesta planificada por ellos, donde ellos ponen la música y las bebidas. Hasta el protocolo.

5. Si no buscamos plata urgentemente no podremos atender a los afectados por el COVID-19, y las consecuencias inmediatas pueden ser catastróficas.

En ese sentido, los creadores del juego pueden:

A. Negarnos la plata que necesitamos? Sí, y habrá que hacer un mea culpa, para evaluar por qué llegamos a este punto. El COVID-19 es la gota que rebasa el vaso, y hay que actuar, y para ello se necesitan recursos con urgencia, sumado a que, como dicen algunos analistas, el gobierno venezolano de esta forma puede seguir acumulando pruebas para presentarlas ante la corte internacional en la que se introdujo la demanda de violación de los derechos humanos por parte de los EEUU hacia nuestra nación. Cosa que no garantiza absolutamente nada, ellos son dueños de esos instrumentos legales, y una sentencia a nuestro favor es casi un imposible. Recuerden ellos hicieron el juego.

B. Nos aprueban el crédito, y pueden ocurrir tres cosas:

B1. Levantan el bloqueo para generar la dinámica óptima que según los protocolos internacionales, es necesaria para asumir tales compromisos. Esto creyendo que estamos negociando con candy candy, y los ositos cariñosos. Si fuera así, nadie garantiza que no se generarán políticas leoninas para imponernos nuevas sanciones agresivas que imposibiliten el cumplimiento de dichos compromisos. Ahí si es verdad que nos agarra el sin nariz. Ellos hacen la trampa.

B2. Nos aprueban el crédito y no levantan las medidas unilaterales, nos endeudan, nos hipotecan y nos sumergen nuevamente en una espiral ya superada por nosotros, vuelven los tiempos de la deuda eterna, ahora con un leiv motiv real, para iniciar una invasión a causa del «mal uso» de esos recursos. Sería la estocada maestra, pero del imperio.

B3. Que Se reparta como la gran torta, en el supuesto de que haya un pacto interno, y que los sectores pactantes pidan cada uno su trozo de la torta, teniendo el pueblo que pagar las consecuencias, dejando en evidencia una traición absoluta hacia el pueblo y la revolución, cosa que no creemos que ocurra. No por que en el gobierno no haya gente que hable de burguesía revolucionaria, o no ande quitándole tierras a los campesinos y a las comunas para devolvérsela a los terratenientes, o que no existan funcionarios públicos hablando muy rimbombantemente sobre privatizaciones y esas pajas que ya superamos en este país con la llegada de la revolución bolivariana, sino porque, cómo lo dijo el comandante Chávez, esta revolución llegó para no traicionar más nunca al pueblo. Otra cosa: Por ejemplo, el efecto Macri ha sido devastador para la Argentina, y eso que era pana de los que hacen el juego. ¿A nosotros que nos queda?

B3.1 Le dan el préstamos a Guaidó, que es el presidente que ellos reconocen, y la deuda la tiene que asumir el país y nos joden por ahí. El Che decía, al imperio ni tantico así!!!

El nuevo orden mundial no pasa por legitimar las instrucciones de la muerte y la dependencia de las naciones del mundo. Pedirle al FMI es condenar al proyecto revolucionario, es tener la vista corta, puesta en las viejas instituciones del orden mundial. Hay que abrir nuevas brechas, hay que mirar al Sur global desde nuevas perspectivas de la resistencia, hay que volver a Chávez y desarrollar la idea del mundo multipolar. Nada que venga del FMI puede ser bueno para nuestros pueblos, y si bien necesitamos recursos para actuar ante la crisis médica que se avecina, hay que hacer un esfuerzo por conseguirlos por medio de convenios políticos con nuestros aliados estratégicos en el mundo.

Que bueno que el debate está en plena candela, y aunque NO estamos de acuerdo en pedirle al enemigo ni agua, tenemos derecho a dudar, a decir que no, pero también tenemos el deber de mirar los horizontes de lucha, y más importante aún es ver de qué manera afrontamos la crisis sanitaria que se avecina y de qué forma salvamos el mayor número de vidas posibles.

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Un comentario

  1. Gracias Carlos. Permite diferir. Estamos en una situación de crisis global. Venezuela está siendo bloqueada justamente por quienes controlan ese fondo y quienes no reconocen al Gobierno de Maduro. El fondo ofrece 50 millardos de $ como préstamo, obviamente sin programa de ajuste estructural, porque irían dirigido a apoyar salud. Eso es justamente lo que el mismo fondo estima que caerá nuestro PIB este año por la crisis con el virus. Ese dinero no es imposible de pagar. No es la hipoteca de CAP. Si Maduro no lo pide, capaz se lo dan directamente al bobito. Habiéndolo pedido los pone en una disyuntiva política clave: Si no se lo dan, quedan expuestos por mentirosos. Si se lo dan, quiebran el bloqueo de EEUU. Fíjate inclusive en ese amague de respuesta que salió en los medios: «No sabemos a quien dárselos». Desde luego es mentira. Pero son los burócratas del Fondo presionando a los de la Casa Blanca para que el bobito se defina. Así que queda en manos del autoproclamado conceder que Maduro está a cargo. No deberíamos llamar la atención sobre ese detalle?

    https://www.imf.org/en/News/Articles/2020/03/04/sp030420-imf-makes-available-50-billion-to-help-address-coronavirus
    https://www.imf.org/en/Countries/VEN

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