[OPINIÓN] En San Agustín lo extraordinario se hace cotidiano

Mireya Saas

Desde uno de los barrios populares de Caracas, Mireya Saas relata los esfuerzos para garantizar la seguridad alimentaria de lxs más vulnerables.

A pesar de la cuarentena, la Cooperativa Unidos San Agustín Convive y el Plan Pueblo a Pueblo han redoblado sus esfuerzos para mejorar y aumentar la distibución de alimentos en las escuelas. Con mucho amor, esfuerzo y solidaridad, «lo extraordinario se hace cotidiano».


En estos meses que llevamos en cuarentena, la Cooperativa Unidos San Agustín Convive se ha mantenido en pie de lucha facilitando la distribución de alimentos en las escuelas de la parroquia que participan en el convenio entre el Ministerio del Poder Popular para la Alimentación, la CENAE y el Plan Pueblo a Pueblo.

En mes y medio ya se han realizado tres distribuciones. Cada quince días, las personas que se articulan alrededor de las escuelas están a la espera de que llegue el camión de Pueblo a Pueblo cargado de alimentos y de gente comprometida con esta iniciativa que se está materializando en tres parroquias de Caracas: 23 de Enero, Coche y San Agustín.

Tres parroquias “bendecidas”, como dijo una de las directoras de las escuelas.

Esta es una experiencia protagonizada por personas que creen que aunque difícil, un cambio en el modo actual de vivir y relacionarnos entre nosotrxs está a nuestro alcance.

Sin pedir permiso hemos dado un paso adelante convencidas y convencidos de la fuerza que tienen las acciones cooperativas.

Es un trabajo entrelazado, en el que cada ser humano que participa es importante. Ya casi no hay inquietud por la llegada del camión, todxs sabemos que cuando la gente de Pueblo a Pueblo avisa que se va a realizar la distribución, no importa la espera porque sabemos que es una entrega segura.

Cuando el camión llega a la U.E.N Dr. Elías Rodríguez, allí se hace la descarga completa de todos los alimentos, se pesan para distribuir lo que corresponde a cada escuela, y se vuelve a cargar el camión según el orden en el que se van a distribuir a las demás escuelas. Aquí no hay distingo para realizar el trabajo: si un saco pesa mucho se carga entre dos o tres.

¿Es la distribución de las escuelas o es la distribución del amor?

En los actuales momentos todos sabemos que el proceso de alimentar a tanta gente, cuando todo nos adversa, es un acto heroico. Gracias a este esfuerzo de nuestrxs campesinxs, las escuelas, hoy convertidas en comedores populares, están garantizando más y mejores alimentos para nuestrxs niñxs y familias con más dificultades en medio de la pandemia.

En cada jornada de distribución, aumentan los kilos de vegetales y de frutas para nuestra gente, y aumenta nuestro cariño y reconocimiento por el compromiso y esfuerzo colectivo de todos los que nos articulamos en esta iniciativa. La última jornada permitió distribuir más de 4 toneladas de alimentos para las 5 escuelas de nuestra parroquia.

En época de cuarentena, cuando a muchos les da miedo salir de sus casas, este contingente de personas pone en práctica la solidaridad como una expresión del amor, del amor hacia su gente, hacia sus niñxs, a sus abuelxs.

Para todxs nosotrxs es un sueño que nuestra parroquia se convierta en una zona de Seguridad Alimentaria. No es fácil, faltan muchas cosas por afinar, pero hay que hacer el esfuerzo. ¿Quién dijo que otro mundo no es posible?

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